Un grupo creciente de barberos ha manifestado su desacuerdo frente a las recientes restricciones impuestas al horario de funcionamiento de las barberías, las cuales prohíben operar más allá de la medianoche. La disposición ha provocado un amplio debate entre los trabajadores del sector y las autoridades responsables.
El reclamo ha sido encabezado por el barbero Brayan Stylo, quien cuenta con más de cuatro años de experiencia como propietario de una barbería. A través de su participación en medios de comunicación, expresó el malestar de numerosos colegas que también se ven afectados por esta medida.
El funcionario que desató la controversia fue el director general de la Policía Nacional, Ramón Antonio Guzmán Peralta, quien declaró que las barberías no tienen autorización para brindar servicios después de las 12:00 a. m. Posteriormente, la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, aclaró que dicha afirmación fue un malentendido.
La polémica se ha desarrollado en el territorio nacional en las últimas semanas, específicamente a raíz de las declaraciones emitidas por el jefe policial y la respuesta posterior del gremio de barberos, quienes operan tanto en zonas urbanas como suburbanas. Las restricciones fueron anunciadas recientemente, generando repercusiones inmediatas en el gremio.
Los barberos afirman que sus jornadas de trabajo muchas veces se extienden hasta altas horas de la madrugada, debido a la naturaleza flexible y personalizada de sus servicios. Según explican, muchos de sus clientes solo pueden acudir en horarios nocturnos, por compromisos laborales o personales. Limitar sus horarios no solo afecta sus ingresos, sino también la continuidad de su actividad profesional.
Los trabajadores del sector barberil hacen un llamado al Estado para que se revise la normativa vigente, argumentando que su labor se ejerce con ética y responsabilidad. Exigen ser reconocidos como profesionales que prestan un servicio fundamental y cuya realidad laboral debe ser comprendida antes de imponer medidas restrictivas.
Durante una intervención televisiva, Brayan Stylo destacó que la decisión de restringir el horario sin consultar al sector ha generado descontento, pues se percibe como una desvalorización del oficio. “Nuestra voz merece ser escuchada; trabajamos con honestidad y compromiso, sin afectar a terceros”, afirmó.
La situación revela una creciente tensión entre los representantes de la seguridad pública y los trabajadores del sector informal, quienes solicitan que las políticas públicas sean adaptadas a las realidades económicas y sociales de cada gremio.
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