David Ortíz pide matrimonio a su pareja Yeribel Martínez

David Ortíz sorprendió a Yeribel Martínez con una propuesta de matrimonio en medio de la celebración de su cumpleaños.
El exjugador de Grandes Ligas y miembro del Salón de la Fama, David Ortíz, mostró su lado más romántico al pedirle matrimonio a su pareja y madre de su hijo menor, la modelo Yeribel Martínez.
La noticia fue compartida por el propio David en sus redes sociales con un emotivo video en el que se le ve arrodillado haciendo la propuesta.
“Lo de la componente es oficial. ¡Se soltó el loco 34! Lo que yo empiezo lo termino y más con un ser humano tan bueno y noble como tú @yeribel17 Love u baby happy birthday”, escribió el expelotero.
La pedida de mano fue parte de la celebración del cumpleaños de Yeribel, que ambos comenzaron a festejar desde el día anterior. David también la felicitó con emotivas palabras y compartió fotos inéditas de la pareja.
Además, como regalo especial, le obsequió un exclusivo reloj de la marca Audemars Piguet, valorado en más de 40,000 dólares.
Luego de su divorcio de Tifanny, madre de dos de sus hijos mayores, David inició una relación formal con Yeribel, a quien llama cariñosamente “su mocana”.
En 2024, la pareja anunció que estaban esperando su primer hijo juntos, Diego, quien nació a finales de ese año. Desde entonces, han compartido muchos momentos familiares y han demostrado lo enamorados que están.
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Con la llegada de David Ortiz a los Boston Red Sox tras la temporada de 2002, la franquicia acumulaba ya 84 años sin conquistar una Serie Mundial. Sin embargo, al concluir su carrera tras 14 temporadas en el equipo, el panorama era otro: tres campeonatos adornaban las vitrinas del club y Ortiz se había consagrado como una leyenda del béisbol, uno de los bateadores designados más destacados en la historia de las Grandes Ligas.
Nacido el 18 de noviembre de 1975 en Santo Domingo, República Dominicana, Ortiz inició su camino hacia la élite del béisbol en medio de la intensa competencia de talentos caribeños. Fue firmado por los Seattle Mariners poco después de cumplir los 17 años, bajo el nombre de David Arias. En 1996, destacó en las ligas menores al promediar .322 al bate, con 18 cuadrangulares y 93 carreras impulsadas en Clase A, lo que lo consolidó como un prospecto de alto nivel.
Ese mismo año, los Mariners lo traspasaron a los Minnesota Twins, organización con la que debutó en Grandes Ligas el 2 de septiembre de 1997. Durante cinco campañas, su rendimiento estuvo marcado por altibajos y lesiones, lo que impidió su consolidación. Finalizada la temporada 2002, los Twins optaron por liberarlo. Pocas semanas después, Ortiz firmó con los Red Sox un contrato por un año y 1.25 millones de dólares, una decisión que marcaría un punto de inflexión en la historia del equipo.
Ya en 2003, tras un inicio discreto, Ortiz se ganó la titularidad en junio. Finalizó la campaña con 31 jonrones y 101 carreras impulsadas en 128 partidos. Su aporte fue fundamental en los playoffs: en el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana ante los New York Yankees, conectó un cuadrangular solitario en la octava entrada que dio ventaja momentánea a Boston. Sin embargo, los Yankees remontaron y avanzaron a la Serie Mundial.
La revancha llegaría en 2004, cuando los Red Sox protagonizaron una de las mayores gestas deportivas. Tras estar abajo 0-3 en la serie ante los Yankees, Ortiz conectó un jonrón en la duodécima entrada del Juego 4 que selló la primera victoria de Boston. Luego, en el Juego 5, su sencillo impulsó la carrera del triunfo. Estas actuaciones fueron clave en la histórica remontada que les permitió avanzar al Clásico de Otoño, donde barrieron a los St. Louis Cardinals. Ortiz bateó .308 en esa serie y obtuvo el primero de sus tres anillos de campeón.
Ese mismo año fue seleccionado por primera vez al Juego de Estrellas y recibió su primer Bate de Plata, tras cerrar la temporada con 41 vuelacercas, 139 impulsadas y promedio de .301. En 2005, lideró las Mayores con 148 carreras impulsadas y terminó segundo en la votación al Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana. En 2006, impuso un récord de franquicia con 54 jonrones en una temporada.
En 2007, Ortiz volvió a ser pieza clave en la conquista del título por parte de Boston. Su impacto continuó durante la siguiente década. En la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 2013, su grand slam en el Juego 2 ante los Detroit Tigers igualó un partido que perdían 5-1 y fue decisivo para que los Red Sox avanzaran nuevamente a la Serie Mundial. En dicha serie, Ortiz tuvo un rendimiento sobresaliente, bateando 11 hits en 16 turnos y recibiendo ocho bases por bolas, lo que le valió ser nombrado MVP de la Serie Mundial, en la que nuevamente derrotaron a los Cardinals.
Ortiz concluyó su carrera en 2016 con números que lo ubican entre los más grandes: promedio de .286, 541 jonrones, 632 dobles y 1,786 carreras impulsadas. Es uno de solo cuatro jugadores en la historia de MLB con al menos 500 jonrones y 600 dobles. Además, registró 20 hits para dejar en el terreno en temporada regular, la tercera mayor cifra histórica, y sus 485 jonrones como bateador designado constituyen la marca más alta en esa posición.
El impacto de David Ortiz trasciende los números. Su influencia redefinió el rumbo de los Red Sox, llevando a la franquicia de décadas de frustración a una era dorada, consolidando su nombre como símbolo de excelencia y resiliencia en el deporte profesional.