El pasado sábado, el cuerpo sin vida de Dylan Alexander Alvarenga Pérez, un niño de dos años, fue encontrado en las cercanías del río de la colonia Triunfo de la Fe, próximo a la Hacienda Guifarro, en San Pedro Sula, Cortés, Honduras.

Según las primeras investigaciones, el pequeño habría salido de su hogar sin que su madre lo advirtiera y, mientras jugaba con una prima cerca de su vivienda, cayó accidentalmente al río.

Un video difundido por el medio local Noticias La Prensa Santacruzana mostró lo que sería el último registro audiovisual del menor.

En la grabación, Dylan aparece sentado frente al volante de un vehículo apagado, acompañado por una mujer que le ayuda a tocar el claxon. En las imágenes, el niño luce sonriente y en un ambiente de aparente felicidad, un reflejo de su corta pero significativa vida.

Sus padres, Alex Omar Alvarenga (24 años) y María Ruth Pérez (20 años), iniciaron una búsqueda urgente al percatarse de su desaparición.

Después de varias horas, el Cuerpo de Bomberos localizó el cuerpo del niño, y agentes de la Policía Nacional acudieron al lugar para asegurar la zona mientras personal de Medicina Forense realizaba el levantamiento del cadáver.

Aunque la versión preliminar apunta a un accidente, las autoridades no han confirmado oficialmente esta hipótesis ni descartado otras posibles causas. El caso permanece bajo investigación.

Una tragedia similar ocurrió el 14 de diciembre en Corquín, Copán, donde Kevian Noely Carbajal, una niña de 10 años, perdió la vida al ser arrastrada por las corrientes del río Julalgua, en el barrio El Berlín. Según testigos, Kevian jugaba fútbol con amigos y cayó al agua al intentar recuperar una pelota.

Estas tristes historias ponen de manifiesto los peligros que representan los cuerpos de agua cercanos a zonas habitadas, especialmente para los más pequeños. La comunidad lamenta profundamente estas pérdidas y se solidariza con las familias afectadas.

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