Las autoridades investigan el homicidio de Fernanda Bonin, una profesora de matemáticas cuyo cuerpo fue hallado con un cable alrededor del cuello. En un principio, el caso parecía tratarse de un latrocinio, robo seguido de asesinato, pero las grabaciones de cámaras de seguridad revelaron indicios que llevaron a la detención de un sospechoso clave.
Este hombre, captado en video mientras abandonaba el vehículo de la víctima, confesó haber sido contratado para ejecutar el crimen.
De acuerdo con los informes policiales, el autor confeso del asesinato señaló como autora intelectual a Fernanda Fázio, de 45 años, exesposa de la víctima.
Según las investigaciones, Fázio habría planeado el asesinato motivada por celos, tras el fin de una relación de ocho años que culminó en una separación ocurrida un año antes del crimen.
El asesinato fue orquestado a través de una trampa premeditada. La acusada simuló una avería en el automóvil de Bonin para atraerla al lugar del ataque. Una vez en el sitio, la víctima fue interceptada y estrangulada por el sicario.
Aunque la fecha exacta del crimen no ha sido divulgada, se sabe que la investigación se encuentra en curso desde que las autoridades localizaron el cuerpo de la docente y comenzaron a analizar las imágenes de videovigilancia que permitieron identificar al agresor.
La hipótesis principal que maneja la policía es que el móvil del asesinato fue el resentimiento emocional y los celos tras la ruptura de la relación conyugal entre Fázio y Bonin. Esta motivación llevó a la supuesta autora intelectual a planear meticulosamente el asesinato de su expareja.
El hombre que confesó ser el ejecutor ya fue detenido, mientras que la Justicia ha emitido una orden de captura contra Fernanda Fázio, acusada de haber encomendado el crimen. La investigación sigue abierta y bajo el control de las autoridades competentes.
Este caso ha causado conmoción por la brutalidad del crimen y la supuesta implicación emocional detrás del acto, y continúa siendo objeto de atención mediática y judicial.