Isaías Benjamín Rivas -A

Las primeras pruebas incorporadas a la causa que investiga el homicidio de Isaías Benjamín Rivas (10), el niño asesinado en Guaymallén, Mendoza, Argentina, por venganza en un contexto de narcotráfico, indican que los autores fueron cuatro personas, entre ellas, una mujer que tenía prisión domiciliaria.

Estos sospechosos ya fueron aprehendidos y están a disposición de la fiscal Claudia Ríos, quien los imputará en las próximas horas por un homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

Entre los acusados está una mujer que gozaba de prisión domiciliaria al momento del crimen (no tenía pulsera). Se trata de Melisa Magalí Figueroa (25), justamente una de las tres detenidas que dejó el mega operativo narco realizado en diciembre del 2023 y que desencadenó este homicidio por venganza.

Horas posteriores al homicidio de Isaías Benjamín Rivas (10), la policía detuvo al presunto autor material del homicidio, Nahuel Pérez (27). Este individuo quiso vengar la detención de su hermano, Marcos Pérez (24), en una causa por narcotráfico.

Junto a él habrían actuado la joven mencionada y otros dos hermanos de nombres Maximiliano Leonel Figueroa (23) y Octavio Figueroa (19). Todos están tras las rejas.

Según testigos, los cuatro individuos llegaron a la casa del niño a bordo de un auto gris y dispararon con una pistola 9 milímetros.

En la puerta de la vivienda estaba el menor jugando y dos de sus tíos. El relato de esas personas fue clave para esclarecer el homicidio.

Algunas personas que han declarado en el expediente aportaron información clave para la causa. Afirmaron que los Pérez están enemistados por la familia Rivas porque, aseguran, ellos fueron los autores de la denuncia que derivó en el megaoperativo narco de diciembre del 2023.

Por ahora, los cuatro detenidos serán imputados como coautores, pero se espera por el avance de la causa para determinar las responsabilidades penales de cada uno de ellos.

El homicidio de Isaías Benjamín Rivas ocurrió en la noche del domingo en una casa ubicada a metros del cruce entre Ferrari y San Miguel, en Guaymallén.

En un contexto de narcotráfico, un grupo de individuos atacó a tiros al menor y sus familiares, debido a que las víctimas, en principio, habían denunciado a los ahora detenidos por comercio de estupefacientes.

Lo cierto es que el menor recibió un tiro en el pecho y murió minutos después. Tras el crimen, sus familiares se dirigieron a la casa de los sospechosos y atacaron a tiros distintos inmuebles.

Por todo esto, hay un importante despliegue policial en la zona, donde policías custodian casas de víctimas, victimarios y también de testigos de ambas causas (narcotráfico y homicidio).