Un trágico hecho conmocionó a la ciudad de Barcelona, capital del estado Anzoátegui, Venezuela, donde un menor de apenas 11 años, identificado como José Francisco Hurtado Maricuto, fue víctima de un homicidio mientras realizaba labores ocasionales para reunir dinero con el propósito de comprar un obsequio para su madre por el Día de las Madres.
El crimen tuvo lugar el pasado domingo 11 de mayo, cuando el niño salió de su vivienda con la intención de trabajar limpiando un terreno en el sector Tricolor de las Casitas, actividad que realizaba junto a otros dos adolescentes.
El lamentable suceso se desarrolló en la mencionada comunidad del municipio Simón Bolívar, donde el menor había sido contratado de manera informal para colaborar con la limpieza de un patio.
Según relataron sus familiares, luego de concluir la jornada, los dos adolescentes que lo acompañaban lo agredieron brutalmente con piedras con la aparente intención de no compartir la paga correspondiente.
El ataque provocó la muerte inmediata de José, producto de heridas contundentes, especialmente en la cabeza.
Agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se trasladaron al lugar de los hechos para realizar el levantamiento del cuerpo, que presentaba múltiples signos de violencia. Posteriormente, se inició un operativo de búsqueda que permitió ubicar a los presuntos responsables.
Aproximadamente 20 horas después del crimen, los funcionarios lograron la detención de los dos adolescentes implicados, de 16 y 17 años, quienes eran conocidos en la comunidad con los alias de “El Jhon” y “El Acapela”.
Ambos fueron puestos a disposición del Ministerio Público, el cual lleva adelante el proceso penal correspondiente por el homicidio del menor.
José Francisco Hurtado residía junto a su madre en la calle Carabobo, en el sector Brisas del Mar. Cursaba el quinto grado de primaria y era conocido por su disposición a colaborar en actividades domésticas para ayudar en su hogar.
Su familia, profundamente afectada por la tragedia, exige justicia y castigo ejemplar para los responsables del crimen.
El caso ha generado una profunda indignación entre los vecinos y ciudadanos de Barcelona, quienes claman por mayor protección para la niñez y el fortalecimiento de políticas que prevengan hechos violentos de esta naturaleza.