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Le quitan la vida a una heredera millonaria

7 de septiembre de 2022

Una mujer estadounidense heredera de más de 3 mil millones de dólares le quitaron la vida y hay una persona detenida imputada por el hecho.

La policía de Memphis, Tennessee, Estados Unidos, halló el cuerpo tres días después de iniciada su búsqueda a 10 kilómetros de donde la mujer fue vista por última vez.

Fue identificada como Eliza Fletcher la mujer que era heredera de la empresa de ferretería Orgill, valorada en tres billones de dólares y con más de 5.000 empleados.

La compañía vende sus más de 75.000 productos a 60 países en todo el mundo y fue fundada en 1847 es la más antigua de la ciudad de Memphis.

El abuelo de la joven fue quien creó el imperio y convirtió una firma regional en un negocio líder en suministros de ferretería a nivel mundial.

Forbes la incluyó en la lista de las 143 empresas privadas más grandes de Estados Unidos en 2021, con unos ingresos de 3.200 millones de dólares ese año.

Las fuentes policiales indican que aparentemente la mujer salió a correr cuando fue secuestrada. Tras su desaparición, inició una búsqueda que se extendió por cuatro días por las zonas boscosas de Memphis.

Seis horas después una camioneta abandonó el lugar de hallados los restos y se piensa que pertenecían al vehículo del médicos forenses, por lo que ellos creen que el transitaba con el cuerpo sin vida.

En el lugar, las fotos mostraban un helicóptero de la policía sobrevolando la búsqueda. Vecinos horrorizados, se reunieron alrededor de la escena del hecho.

El hombre imputado por el caso fue identificado como Cleotha Abston de 38 años y se encuentra detenido acusado de secuestro y manipulación de pruebas en relación con la desaparición de Eliza.

Aunque aún no está imputado por el hecho, compareció este martes en el tribunal de Memphis, Tennessee.

Por otra parte, se sabe que la zona donde se encontró el cuerpo está a cien metros del complejo de apartamentos donde vive el hermano de Abston.

El sospechoso estaba en la casa de su hermano comportándose de manera muy extraña y lavando la alfombra de un vehículo, según declararon algunos testigos.

Momentos antes, el acusado había acechado la zona de la que desapareció Eliza mientras hacía ejercicio durante casi 30 minutos antes de su secuestro.