Una menor de 12 años, identificada como Juliana Galeano, reportada como desaparecida desde el pasado domingo 11 de mayo, fue encontrada muerta junto a su padre, Manuel Galeano Sánchez, en el interior de una vivienda situada en una zona de difícil acceso de la Compañía Costa Alegre, en el distrito de Ypané, Paraguay.
Ambos cuerpos presentaban signos de avanzado estado de descomposición, y las autoridades investigan un posible caso de homicidio seguido de suicidio con un trasfondo de violencia intrafamiliar.
El descubrimiento fue realizado por agentes policiales tras una denuncia sobre la desaparición de la niña, quien había sido vista por última vez en compañía de su padre.
Según los informes preliminares, el cadáver de la menor fue hallado recostado en una cama, en apariencia dormida, aunque una revisión minuciosa reveló un impacto de bala en la cabeza.
El cuerpo del hombre fue hallado tendido boca arriba, parcialmente cubierto. A su lado se encontraba un arma de fuego y otra más fue localizada debajo de su pierna izquierda, lo que refuerza la principal línea investigativa: el padre habría disparado contra la niña antes de quitarse la vida.
De acuerdo con la hipótesis que manejan los investigadores, el móvil del crimen podría estar relacionado con una supuesta venganza, motivada por la negativa del hombre a aceptar la ruptura de una relación sentimental. Esta situación habría derivado en un acto extremo que ahora enluta a toda una comunidad.
La vivienda donde se hallaron los cuerpos está próxima a la residencia del abuelo de la menor, quien fue uno de los primeros en alertar a las autoridades tras notar la ausencia de ambos.
En un inicio, no se identificaron señales visibles de violencia, pero fue necesaria una inspección forense para detectar las heridas causadas por arma de fuego.
El procedimiento de autopsia estuvo programado para las 10:00 horas de este miércoles, con el fin de esclarecer las circunstancias exactas de los fallecimientos y confirmar las causas mediante estudios científicos.
El caso ha conmocionado a los habitantes de Ypané, especialmente por tratarse de una víctima menor de edad cuya desaparición ya había generado angustia en su entorno familiar.
La familia de la niña había solicitado ayuda públicamente para dar con su paradero, expresando gran preocupación desde el momento en que perdieron contacto con ella.
Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar con precisión los hechos y establecer responsabilidades, en el marco de un crimen que pone nuevamente en foco la problemática de la violencia familiar y los riesgos asociados al incumplimiento de medidas de protección.