Nayla Malena Agüero -A

Una niña de 7 años fue encontrada asesinada en la casa de un adolescente en el barrio Pico Rojo de General Rodríguez. La madre de la niña reportó la desaparición de su hija a la policía, quien encontró el cuerpo de la niña en la vivienda del adolescente.

Eran las 15 cuando Nayla Malena Agüero (7) subió a su casa. Había estado jugando en una pileta en el patio, en el barrio Pico Rojo, de General Rodríguez, Argentina. "Me quiero cambiar, mami", le dijo a su mamá y se secó. Fueron apenas unos minutos hasta que volvió a salir para conversar con una vecinita del otro lado del alambrado.

Natalia Herrera (32) la dejó bajar, aunque atenta a lo que hacía. Como no escuchó su voz ni sus risas, fue a ver qué pasaba: Nayla había dejado las sandalias al lado de la pileta pero ya no estaba ahí.

Desesperada, la mujer empezó a buscarla y, como era una propiedad cercada, en la que habían dos departamentos, la mujer le golpeó la puerta a su vecino: "No la vi, me estaba bañando", le respondió. Natalia corrió a buscar a su marido, que estaba enfrente.

El terreno tiene dos casas, una para alquiler en la que vivían Natalia y Nayla hacía cuatro meses. Abajo, la propietaria con su hijo, un adolescente de 18 años.

En esos minutos de desesperación, después de que nadie hubiera visto a la nena, los padres llamaron al 911 y alrededor de las 15.30 se activaron todos los protocolos para encontrarla.

"Cuando ocurren estos hechos de averiguación de paradero y el involucrado es un niño o una niña, lo primero que se hace es visitar todas las casas de los alrededores para saber si pudo entrar o esconderse ahí. Nadie la había visto salir de su casa, por lo que la Policía se enfocó en la propiedad", explicaron a Clarín fuentes judiciales.

La casa está en el cruce de Acoyte y Ambato, en este barrio al oeste del Gran Buenos Aires. Y para las 17 todo era desesperación: los vecinos, familiares y amigos la buscaban por todos lados, pero nadie la había visto cruzar el umbral de la reja.

"Estábamos en el fondo del terreno (de dos plantas). Mi nena me dijo que iba a bajar a hablar con la nenita de al lado, por el tejido. Siempre jugaban así, de un lado y otro del alambrado. Fue un ratito. Como no la escuchaba salí, la busqué y no estaba", contó Natalia a Crónica TV.

Luego, agregó: "Lo llamé al vecino (el principal sospechoso del crimen) a ver si la había visto, y me dijo que se estaba bañando, que no sabía nada. Fui a ver al papá, que estaba enfrente, y salimos a la calle a buscarla, llamamos a la Policía".

Así fue como la Dirección Nacional de Investigación Criminal de Moreno-General Rodríguez activó el protocolo de búsqueda.

"Como no había indicios de que hubiera salido, se fue a buscar a la casa. El chico estaba solo, les abrió, los dejó pasar porque ya había guardado todo. Algo llamó la atención de los policías y abrieron el mueble: la nena estaba ahí", explicaron las fuentes a Clarín.

Cuando entraron a la casa, Ariel Axel Díaz, de 18 años, esperó tranquilo: Nayla estaba sin vida, envuelta en sábanas dentro de un placard. El adolescente fue arrestado y trasladado la comisaría.

"La violó y la mató mi bebé. Quiero justicia por mi hija, se llevó una gran parte de mi corazón. No tengo consuelo", lamentó la mujer en diálogo con los canales de televisión.

Además, explicó que Díaz es el hijo de la dueña. "Yo siempre hacía trato con la mamá, siempre se lo veía tranquilo, que estaba adentro. ¿Qué nos íbamos a imaginar que era un asesino? Quiero justicia por mi nena, que se pudra en la cárcel. Ella tiene dos locales en Moreno. Él estaba solo, la mató a mi bebé", dijo ahogada en lágrimas, en la casa de un vecino.

También pidió "que pague, que se pudra en la cárcel, porque él está vivo y mi hija está muerta, nunca más la voy a ver".

De acuerdo a los informes preliminares la nena, además, habría sido víctima de un abuso sexual. Pero los peritos no quisieron darle detalles a la familia para preservarlos.

Sin embargo, con el correr de las horas los vecinos se enteraron del brutal ataque y decidieron incendiar la casa en la que se cometió el crimen, algo que no sólo borró evidencias que podrían ser clave, sino también que dejó a los padres de la víctima en la calle.

"Me quedé en la calle, no se qué voy a hacer, me quiero morir", exclamó la mujer, que vivía arriba de la casa del asesino.

"Quiero justicia para mi hija, nadie me la va a devolver. Quiero que ese hijo de puta pague, yo tengo que enterrar a mi hija. ¿Por qué le hizo esto?", cerró Natalia.

La causa quedó a cargo de la fiscal Gabriela Urrutia, titular de la UFI N°10 del Departamento Judicial de Moreno-General Rodríguez.

Ante la consulta de este diario, confirmaron que Díaz estaba en la fiscalía conversando con su defensor para luego tomarle declaración indagatoria.

Será acusado de abuso sexual agravado por tratarse de una menor de edad y por ser con acceso carnal y homicidios criminis causa agravado por tratarse de una niña. La única pena posible es prisión perpetua.

.