Rubí Luna Flores -M

Una joven de 19 años fue reportada como desaparecida desde mediados de septiembre, pero el pasado 12 de diciembre, su cuerpo fue localizado en un domicilio en la colonia Colinas del Norte, Juarez, Chihuahua, México.

En los rostros de una pareja identificada como Alejandra Beatriz S.C. y Brayan Alexis C.M. se nota el temor y la confusión de lo que están a punto de vivir.

Fueron presentados en la sala 21 de Ciudad Judicial durante este día, debido a que el Ministerio Público los acusa como probables responsables del homicidio e inhumación en contra de la joven de 19 años, Rubí Luna Flores.

Momentos antes de que la audiencia de vinculación o no a proceso penal comience, los imputados miran hacia al frente, al público y a las paredes, en búsqueda de respuestas, de algo que le dé sentido a todo lo que viven.

De pronto, la voz de Alejandra Beatriz rompe la tensión de la sala, quien le dice a su madre, presente en el público, “tranquila” y le hace una seña con las manos.

Del otro lado, en la mesa del Ministerio Público, se encuentra el representante de la Fiscalía General del Estado (FGE), acompañado de María Luis Flores Molina, madre de Rubí y quien durante meses encabezó la búsqueda de su hija, que lamentablemente terminó en tragedia, reconoce el Juez de Control.

En punto de las 12 horas con 37 minutos, da inicio formalmente la audiencia. El representante de la FGE, recalca sus intenciones: pide auto de vinculación a proceso por los delitos de homicidio calificado e inhumación de cadáveres, ambos presuntamente cometidos por el hombre y la mujer que se encuentran en la sala.

Ante esta pretensión, los abogados de la defensa se abstuvieron de presentar alegatos, argumentando que se trata de estrategia defensiva, de esa forma, concluyó el debate previo al fallo.

Es entonces, que el Juez inició el relato de los testimonios y pruebas vertidas hasta el momento.

De acuerdo con la pesquisa elaborada por la FGE, en la que rindió testimonio el hermano de la víctima, la familia llevaba desde el 21 de septiembre sin conocer su paradero.

El testimonio de una mujer identificada como Rosa I.M, exsuegra de Rubí, había tenido contacto con ella días antes de su desaparición, y supo que el sábado había salido con un amigo suyo de nombre Adrián.

Posteriormente, tuvo comunicación a través de redes sociales, y le comentó que se quedara en su casa, debido a que acababan de matar a uno de sus vecinos. Con el paso de los días, aseguró que dejo de hablarse con Rubí, por lo que avisó a su madre.

El 27 de septiembre, según las declaraciones que se vertieron en el Ministerio Público, su madre llamó al celular de Rubí y le contestó un hombre, que le dijo que había salido el sábado con Adrián y que ya no la había visto. Nunca más volvió a contestar el teléfono.

Otros testigos aseguran que ese 21 de septiembre, por la mañana, Rubí se encontraba con otras dos personas dentro de un domicilio, en la colonia Kilometro 20. En algún punto, refieren que Rubí dijo que iba a ir a la casa de El Morado, apodo de Brayan Alexis C.M., porque iba a llevarle material, nombre clave para la droga conocida como “cristal”.

Resaltaron que cuando se fue, vestía una blusa negra de tirantes, pantalón de mezclilla y tenis blancos. Quienes estaban con ella, mencionaron que ya nunca más volvieron a verla.

Un testigo de nombre José Miguel V.M., que llevaba poco más de 3 años de conocer a Rubí, refirió que el 21 de diciembre, estaba fuera de su casa y que se encontró con Brayan Alexis, que lo invitó a “pistear y loquear un rato” dentro de su domicilio, ubicado en el 10202 de la calle Arroyo Norte, en la colonia Colinas del Norte.

Al llegar, dijo que se encontraba dentro Alejandra Beatriz, que compartía la casa con Brayan. Ellos le dieron una pipa para que fumara cristal, sin embargo, entró en shock cuando vio que, en la cocina, estaba el cuerpo sin vida de Rubí, al que se le apreciaban manchas de sangre en el pecho y cuello.

Además, dijo que vio a Brayan sujetando un picahielo y con manchas de sangre en el cuerpo. Ambos le pidieron ayuda para mover el cuerpo, pero él se negó y subió a una barda para huir del domicilio, pero alcanzó a ver que, en la casa contigua, se observaba una fosa en un patio.

De igual manera, señaló que observó cómo Alejandra Beatriz y Brayan Alexis metían el cuerpo ahí. En ese momento, decidió irse a la escena y ya no supo qué más hicieron con el cadáver.

Tras aproximadamente 2 meses y medio de búsqueda, en los que Wendy Chávez, encargada de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia, resaltó que se habían hecho más de 60 diligencias y se abrieron dos líneas de investigación para dar con el paradero de la joven, el 12 de diciembre de este año, se escribió con letras de sangre el último capítulo.

Con una orden de cateo proporcionada por un juez, agentes del área de Criminalística de la FGE ingresaron al domicilio ubicado en la calle Arroyo Norte. En el patio de la vivienda, se percataron de una alteración hecha en medio de hierbas y tierra.

Al revisar, a una profundidad de un 1.5 metros, encontraron los restos sin vida de una mujer, vestida con una blusa negra de tirantes, pantalón de mezclilla y tenis blancos. En la escena, se percataron de marcas de violencia, mayormente en el pecho y tórax.

En la autopsia realizada por el servicio médico forense, se determinó que había muerto por heridas provocadas por un objeto punzocortante, que le perforó el pulmón derecho, provocándole la muerte de manera instantánea, a quien, en vida, respondiera al nombre de Rubí Luna Flores.

Con lo anterior, se dictó un auto de vinculación a proceso por los delitos de homicidio calificado e inhumación ilegal de cadáveres. Se autorizó un plazo de 3 meses para la investigación complementaria, mismo que Alejandra Beatriz y Brayan Alexis tendrán que cumplir en prisión preventiva.