William Megaioli Ebbing, de 22 años, fotografió el cuerpo de Simone da Silva, de 35 años, poco después de dispararle y compartió la foto en grupos de WhatsApp con una sola función de vista.
El crimen ocurrió en la mañana de este miércoles (14), en Itaquiraí, Mato Grosso do Sul, Brasil, y la imagen se difundió rápidamente por la ciudad, incluso antes de que llegara la policía.
Simone fue asesinada de dos disparos mientras dormía en el sofá de la sala de su casa, en Jardim Boa Vista.
Dentro de la propiedad estaban sus dos hijos, una niña de 9 años y un adolescente de 14 años. El niño escuchó los disparos y escuchó a su madre rogarle al atacante que parara. Al salir de la habitación, encontró su cuerpo tendido en el suelo y llamó a su tía pidiéndole ayuda.
Debido a la repercusión de las imágenes, cuando la familia llegó a la residencia, muchas personas en la ciudad ya sabían del crimen.
William y Simone tenían una relación familiar complicada: él era hijo del primo hermano de la víctima. Entre bastidores en la familia, los rumores de una supuesta relación extramatrimonial entre Simone y el padre de William alimentaron conflictos y tensiones.
Según la cuñada de la víctima, las desavenencias se habían ido acumulando a lo largo de los años, en una casa marcada por frecuentes peleas y episodios de alcoholismo.
Tras el crimen, William huyó, pero apareció horas después en la 1ª Comisaría de Naviraí, acompañado de un abogado. Entregó el revólver calibre .38 utilizado en el asesinato, con dos balas disparadas. El caso fue registrado como feminicidio agravado, con agravantes entre ellos el porte ilegal de arma de fuego.