Un trágico suceso ha sacudido a los habitantes de Cala Cala, Bolivia, donde un niño de 12 años, reportado como desaparecido desde el 12 de abril, fue hallado sin vida al fondo de un pozo abandonado y cubierto por vegetación.
El menor, cuya identidad se mantiene en reserva por respeto a la familia, fue intensamente buscado por sus allegados y por vecinos de la zona durante varios días. Su desaparición generó gran preocupación entre los residentes del lugar, quienes colaboraron en las labores de búsqueda.
El hecho tuvo lugar en la comunidad de Cala Cala, una zona semiurbana con terrenos baldíos y maleza alta. El cuerpo fue encontrado días después de su desaparición, en el interior de un pozo oculto entre la vegetación, en condiciones que dificultaban su visibilidad.
De acuerdo con versiones preliminares, el pozo no contaba con ninguna señalización ni medidas de seguridad visibles. Esta falta de previsión ha generado indignación entre los vecinos, quienes señalan una grave negligencia de las autoridades locales por no identificar ni cercar zonas de riesgo en áreas transitadas por niños y jóvenes.
La comunidad expresó su consternación a través de redes sociales y medios locales. Vecinos y familiares del menor exigen una investigación y sanciones para los responsables del descuido. “Cualquiera pudo haber caído, incluso un adulto”, comentó una residente, denunciando la falta de mantenimiento en terrenos públicos. Otros ciudadanos cuestionaron la ausencia de advertencias visuales en un área aparentemente segura.
Este incidente ha reavivado el debate sobre la responsabilidad de las autoridades municipales en el mantenimiento y control de espacios públicos peligrosos. Organizaciones vecinales han pedido la identificación y señalización urgente de todos los pozos, excavaciones y estructuras abandonadas, especialmente en sectores con alta circulación peatonal.